Bugatti Atlantic
Bugatti Rembrandt
La historia moderna de Bugatti nacio en 1998 cuando el grupo VW lo adquirió, desde ese entonces se han lanzado los modelos Veyron y Chiron, son maravillas de la ingeniería, super veloces, costosas y muy limitadas, pero la idea central no era esa, ya que desde 2010 se planteaban tener tres modelos en producción.
De esta idea han salido a la luz tres modelos, de los cuales dos quedaron en bocetos y 1 se materializó pero no habia salido a la luz, el primero de ellos nacio en 2004 con la idea de reinventar su modelo Veyron, tomando su plataforma, -Se dijo- "Nos estábamos durmiendo en nuestros laureles" dijo Achim Anscheidt, jefe del departamento de diseño de Bugatti.
Fue en Anscheidt en quien recayó el proyecto, el cual se basado en el Veyron Grand Sport, este modelo resentaba un parabrisas envolvente y corto, una Barchetta como tal, que históricamente ha caracterizado por una carroceria limpia en la parte alta, aunque "podría haber sido hecho como un roadster con un parabrisas convencional" agrego Anscheidt. Sus proporciones son reconocibles como Veyron, pero las similitudes concluyen allí. Su parte delantera lleva una luz vertical y una parrilla más grande flanqueada por amplias tomas de aire, señales de estilo vistas mas tarde en el Divo.
Si se hubiera construido, el Veyron Barchetta habría llegado como un modelo de edición muy limitada con un precio correspondientemente alto, en parte para compensar los altos costos de desarrollo. Pero ver wue marcas como Lamborghini lanzaba auto exclusivos uno tras otro, los altos ejecutivos de Bugatti se mostraron negación a adoptar este modelo de negocio. "No podían darse el empujón para que esto sucediera", dijo Anscheidt con un toque de arrepentimiento.
Y ahi fue donde se mando al desban el proyecto Veyron Barchetta, pero la idea de amoliar la gama siguio, despues otros proyectos surgieron en el centro de diseño, se planteo la ide de crear un coupe llamado Atlantic, un modelo de entrada a la marca, una obra de arte en si misma.
Su nombre se tomo en honor a uno de los modelos mas exitoso de Bugatti, se construyó como un monoplaza con un monocasco de fibra de carbono y piezas donadas por su filial VW, las proporciones de este modelo no tienen nada que ver con lo visto hasta hoy en la moderna Bugatti, sus líneas remebran al pasado de la firma, con un cofre largo en donde se esconde un V8 de origen VW, que hace girar laa ruedas traseras por medio de un transeje que ayuda a la distribución de peso.
El acceso a la cabina es majestuoso gracias a unas puertas de apertura tipo mariposa, al interior encontramos una gran cantidad de piezas tapizadas en cuero grueso, un par de asientos que brindan la comodidad de un auto de lujo.
Mientras se desarrollaba este modelo de look retro, tambien nacio el proyecto de nombre clave W16 Coupe, su nombre oficial es Rembrandt y se pensaba homenajear al hermano de Ettore, este modelo iba en una dirección más ambiciosa con una parte delantera inspirada en el Veyron Barchetta y una parte trasera casi similar a la de Chiron. Nunca pasó de la mesa de dibujo, así que sólo vive en la memoria de Anscheidt y en un par de bocetos de diseño que se muestran aquí.
"Es un poco más grande; tiene las mismas proporciones del Atlántic, pero es tan exclusivo como se ve" dijo Anscheidt. "Todo el desarrollo y fabricación se haria desde cero en Bugatti, nada aquí tiene nada que ver con el grupo VW. Esto es casi como desarrollar un coche de carreras", explicó, añadiendo la producción total se habría limitado a un puñado de unidades que probablemente tendrían un precio superior a los 15 millones de dólares y posiblemente llegaría hasta los 20 millones de dólares.
Anscheidt agrego que el Atlántic, aunque aún no estaba totalmente aprobado para la producción, estaba tentativamente programado para hacer su debut público en la edición de 2015 de Pebble Beach Concours d'Elegance. Los diversos carteles que decoran las paredes del estudio de diseño hacen referencia a esa fecha, pero el lanzamiento fue retrasado y el retraso resultó fatal. El gran escándalo de Dieselgate se presentó a menos de un mes después de que los entusiastas más ricos del mundo se reunieran en la pintoresca costa del Pacífico de California y enviaran a todas las marcas de Volkswagen al modo de pánico. Bugatti se preocupó por su futuro más que otros porque es la parte más pequeña y frágil del fabricante de automóviles.
"Nuestro presidente en ese momento, Wolfgang D'rheimer, tiró de todas las cuerdas sólo para llevar a Bugatti a un cero negro, así que al menos no estábamos costando el dinero del grupo. Necesitábamos estar seguros para evitar ser vendidos de un día a otro, porque, en el primer año, nadie podía juzgar realmente las dimensiones de la próxima catástrofe financiera. Todo era jugar a lo seguro. Permaneció así para nosotros durante casi dos años", explicó Anscheidt.
En ese entonces el Chiron estaba en una etapa mucho más avanzada en el proceso de desarrollo, así que era demasiado tarde para cancelarlo. "Estábamos a cinco meses del Auto Show de Ginebra 2016, donde planeamos develarlo", explicó Anscheidt. Y aqui murió el proyecto con tal de ahorrar dinero a la compañía mientras se decidía que hacer con la marca. Y asi el espíritu del Rembrandt vivió, sin embargo.
"Se le mostro al nuevo presidente de la compañía Stephan Winkelmann "Mr. Lamborghini", el menciono "Me gusta mucho, es súper exótico, encontraríamos clientes que estarían interesados en eso. Pero, no hay ninguna posibilidad en el desarrollo técnico con el que lo podamos hacer realidad", tenemos tantas cosas que hacer. ¿No podemos crear esta historia, La Voiture Noire, sobre la base del Chiron? Ahí empezó todo", haciendo referencia al cupé único de 19 millones de dólares presentado en 2019. El ex ejecutivo de Lamborghini le dio a Anscheidt la libertad que necesitaba para hacer realidad el La Voiture Noire, y desempeñó un papel clave en el seguimiento rápido de otros proyectos (como el Divo y el Centodieci)a la producción.
¿Qué sigue? Es demasiado pronto para saberlo, aunque Winkelmann ha insinuado un segundo modelo en los últimos meses, e indicó que se posicionaría como una alternativa más diaria (y más barata) al Chiron. Aunque el Atlántic nunca se vendió, es significativo porque ilustra la visión de Bugatti de un coche de nivel básico.
En un nivel secundario pero más duradero, el Atlantic confirma que Bugatti no se ve a sí mismo como una marca de un solo modelo, solo para hipercoches. Es muy consciente de los coches lujosos y orientados al turismo en su pasado y está abierto a la idea de volver a explorar ese lado de su identidad.
Sus 15 minutos de fama del Atlantic han terminado, su mejor cara al futuro, es terminar en un museo, a pesar de todo, Anscheidt esta encantado de tener finalmente la oportunidad de revelar el Atlantic, aunque no en la soleada California.
"Me hace muy feliz que este tipo de cosas no terminen en el sótano para siempre para que nadie las vea", concluyo.
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